1. Crisis del Reino visigodo (finales del siglo VII–711)
El Reino visigodo, con capital en Toledo, era una monarquía electiva cristiana que había heredado parte de la estructura administrativa del Imperio romano. Durante el siglo VII, entró en una profunda crisis interna:
- Disputas sucesorias constantes: Al ser una monarquía electiva (no hereditaria), la nobleza luchaba por imponer a sus candidatos. Estas luchas degeneraban en guerras civiles.
- Fragmentación del poder aristocrático: Los nobles poseían grandes tierras (latifundios) y actuaban con autonomía, debilitando el poder central.
- Tensiones religiosas y sociales: Aunque el III Concilio de Toledo (589) había unificado la fe cristiana (conversión oficial del arrianismo al catolicismo), seguía habiendo tensiones, especialmente con la población judía, que sufría persecuciones esporádicas.
- Ausencia de un ejército profesional: El ejército visigodo dependía de levas nobiliarias, mal coordinadas y poco efectivas frente a un enemigo disciplinado.
- El detonante final fue la muerte del rey Witiza (c. 710): La nobleza se dividió: una facción eligió a Rodrigo, y otra pidió ayuda a los musulmanes del norte de África para apoyar a Agila II. Esto abrió la puerta a la intervención musulmana.
2. La conquista musulmana (711–718)
En el año 711, el general Tariq ibn Ziyad, un bereber al servicio del Califato omeya de Damasco, cruzó el estrecho de Gibraltar con un pequeño ejército. Derrotó al rey Rodrigo en la Batalla de Guadalete (probablemente en Cádiz). Esta batalla marca el colapso definitivo del reino visigodo.
La rapidez de la conquista sorprende:
- En menos de 7 años, los musulmanes controlan casi toda la península.
- ¿Por qué tan rápido?
- Aprovecharon las divisiones internas visigodas.
- Pactaron con élites locales (fórmulas como los pactos de capitulación, que permitían conservar propiedades y fe).
- Parte de la población (incluidos algunos judíos y campesinos oprimidos) no ofreció resistencia.
Se constituye entonces Al-Ándalus, primero como una provincia del Califato omeya de Damasco.
La desunión política interna del Reino visigodo —especialmente por el carácter electivo de la monarquía— provocó una sucesión de crisis dinásticas que debilitaron el poder real. Al estar dividido en facciones rivales y sin una autoridad central fuerte, el reino no fue capaz de organizar una defensa coordinada frente a la incursión musulmana.
Además, la fragmentación del poder entre nobles y la falta de un aparato militar profesional y estable facilitó aún más la conquista.
2.1. Consolidación y evolución de Al-Ándalus (siglos VIII–XI)
Lo podemos dividir en los siguientes puntos:
- Emirato dependiente de Damasco (711–756)
- Emirato independiente de Córdoba (756–929)
- Califato de Córdoba (929–1031) — época de máximo esplendor.
- Fragmentación en reinos de taifas (siglo XI)
2.1.2. El Emirato independiente de Córdoba (756–929)
Contexto previo: ¿Qué pasó en el mundo islámico?
En el año 750, el Califato omeya (que controlaba todo el Islam desde Damasco) fue derrocado por otra dinastía: los Abbasíes, que trasladaron la capital a Bagdad. Los Omeyas fueron perseguidos y asesinados casi por completo.
Pero uno de ellos logró escapar: Abderramán I, nieto de un califa omeya, huyó a África y luego cruzó a Al-Ándalus.
¿Qué hizo Abderramán I?
En 756, Abderramán I se proclamó emir independiente en Córdoba. Esto significa:
- No reconocía la autoridad del califa abasí de Bagdad.
- Pero tampoco se proclamaba califa él mismo (aún).
- Se centró en construir un estado fuerte, centralizado, y con poder militar.
Este es el inicio del Emirato independiente de Córdoba (756–929).
¿Por qué es importante esta etapa?
- Se construyen las bases del poder andalusí autónomo:
- Instituciones administrativas propias.
- Capital sólida en Córdoba.
- Ejércitos leales al emir.
- Se asienta el Islam en la península:
- No como ocupación extranjera, sino como civilización establecida.
- Crecimiento de la población musulmana por conversión (no solo por migración).
- Convivencia (aunque conflictiva) de culturas:
- Musulmanes, cristianos (mozárabes) y judíos convivían.
- Pero no eran iguales ante la ley (los cristianos y judíos eran dhimmíes: protegidos, pero con impuestos especiales).
¿Por qué Abderramán I no se proclamó califa?
1. Razones políticas
- Debilidad inicial: Abderramán I llegó como refugiado, sin ejército propio. Tardó años en consolidar su poder frente a tribus árabes y bereberes ya asentadas en Al-Ándalus. Proclamarse califa desde el principio habría sido provocador y arriesgado.
- Legitimidad incompleta: Aunque era omeya, su poder no estaba reconocido ni en Oriente ni por todos los musulmanes peninsulares. Una proclamación califal sin amplio apoyo podría haber provocado rebeliones internas.
- Aislamiento geográfico: Al-Ándalus estaba lejos del corazón del mundo islámico. Ser califa significaba tener autoridad sobre toda la umma (comunidad islámica), algo difícil desde una región periférica como Hispania.
2. Razones religiosas
- El califato era una institución religiosa y política a la vez. Solo debía haber un único califa legítimo, sucesor del Profeta.
- En ese momento, el califa reconocido por la mayoría del Islam suní era el abasí de Bagdad. Si Abderramán I se proclamaba califa, sería visto como usurpador y causante de fitna (discordia en la umma), algo gravísimo.
- Además, la ideología del califato exigía demostrar no solo linaje, sino también autoridad moral y religiosa, algo que Abderramán I, centrado en la supervivencia y la política militar, no tenía cómo sostener.
Por tanto, Abderramán I optó por un título intermedio: el de emir. Gobernaba de forma totalmente independiente, pero sin romper con la legitimidad simbólica del califato abasí.
Emirato de Córdoba (756–929): sociedad, economía y cultura
1. Organización política
Aunque no era califato aún, el emir tenía poderes absolutos:
- Era jefe político, militar y religioso, aunque no con el rango espiritual de un califa.
- Gobernaba desde Córdoba, que se convirtió en la capital más importante del Occidente islámico.
- Se apoyaba en una burocracia centralizada, imitando modelos omeyas y bizantinos:
- Diwan (consejo de ministros),
- Jueces (cadíes),
- Recaudadores de impuestos.
Aun así, el emir debía lidiar con rebeliones constantes, especialmente en:
- Las zonas fronterizas (marcas) como Zaragoza o Mérida,
- Y en los núcleos árabes o bereberes con poder tribal.
2. Sociedad andalusí
La sociedad del emirato era plural y jerárquica, marcada por diferencias religiosas, étnicas y legales.
Jerarquía básica:
- Árabes – minoría dominante, poseían privilegios políticos.
- Bereberes – más numerosos, pero subordinados a los árabes.
- Muladíes – cristianos convertidos al Islam; crecieron con el tiempo.
- Mozárabes – cristianos que vivían bajo dominio musulmán, con su cultura y religión.
- Judíos – minoría protegida (dhimmíes), a menudo con roles destacados en el comercio, medicina o administración.
Este sistema generaba tensiones, especialmente con los bereberes y los muladíes, que a menudo eran tratados como ciudadanos de segunda.
3. Economía: un espacio de prosperidad
Al-Ándalus fue una de las regiones más ricas de Europa en ese periodo, gracias a:
- Agricultura intensiva con nuevas técnicas (regadío, norias) y cultivos traídos de Oriente: arroz, caña de azúcar, cítricos, algodón…
- Comercio interior y exterior, especialmente con el Magreb y el mundo islámico oriental.
- Uso de moneda de oro (dinar) y plata (dirham), símbolo de autonomía política y solvencia.
Córdoba era un centro urbano vibrante, con mercados, baños públicos, mezquitas y una estructura urbana compleja.
4. Cultura: el germen del esplendor califal
Aunque el gran esplendor vendrá con el califato, ya en el emirato se desarrollan:
- Estudios religiosos (fiqh, tafsir),
- Traducciones del griego y el persa,
- Influencias orientales en el arte, como en la Mezquita de Córdoba (empezada por Abderramán I y ampliada por sus sucesores),
- Se empieza a formar un modelo andalusí propio, que mezcla herencias islámicas, visigodas y romano-cristianas.
- Muladíes: eran cristianos que se convirtieron al Islam, generalmente para mejorar su situación social o económica. Al convertirse, pasaban a formar parte de la comunidad musulmana con más derechos y privilegios que los no convertidos. Sin embargo, muchas veces seguían teniendo orígenes y costumbres cristianas.
- Mozárabes: eran cristianos que continuaban practicando su fe cristiana dentro del territorio musulmán, bajo la condición de ser dhimmíes (protegidos). Tenían ciertos derechos, pero estaban sujetos a impuestos especiales y limitaciones legales.
- Como dices, los muladíes tenían una posición social más privilegiada que los mozárabes, porque formaban parte activa de la comunidad islámica.
Estructura social y tensiones en el Emirato de Córdoba
1. Grupos principales y sus relaciones
- Árabes: eran la élite dominante, con el control político y militar. Ocupaban los cargos más altos y poseían las mejores tierras.
- Bereberes: aunque inicialmente fueron fundamentales para la conquista, a menudo se sentían desplazados por los árabes y reclamaban mayor protagonismo. Eran una comunidad numerosa y tenían un peso importante en el ejército, pero recibían menos privilegios.
- Muladíes: cristianos convertidos al Islam que aumentaban en número con el tiempo. Aunque tenían más derechos que los mozárabes, muchos eran vistos con cierto recelo por los árabes y bereberes, quienes consideraban que su conversión era por interés y no por convicción religiosa.
- Mozárabes y judíos: minorías religiosas con derechos limitados, pero con roles importantes en la economía, la cultura y la administración local. Pagaban impuestos especiales (como el jizya) y tenían restricciones legales.
2. Principales tensiones
- Entre árabes y bereberes: rivalidades por el control del poder político y militar. Los bereberes, a pesar de su papel crucial en la conquista, eran a menudo marginados por los árabes.
- Muladíes contra élites árabes y bereberes: los muladíes aspiraban a mayor integración y poder, pero eran considerados inferiores por la élite árabe. En algunos momentos, esto llevó a rebeliones de muladíes.
- Mozárabes bajo presión: aunque protegidos, su condición de dhimmí los ponía en una situación vulnerable, con impuestos elevados y limitaciones sociales, lo que generaba descontento y a veces fugas hacia territorios cristianos del norte.
- Conflictos sociales y económicos: la desigualdad de tierras y privilegios mantenía a amplias capas populares en situación precaria, favoreciendo tensiones y rebeliones.
3. Consecuencias políticas
Estas tensiones internas:
- Debilitaron la estabilidad del emirato.
- Fueron la base para rebeliones frecuentes, especialmente de bereberes y muladíes.
- En algunos casos, estos conflictos abrieron la puerta a intervenciones externas o aumentaron la fragmentación política que vendría después.
Cuando una sociedad está dividida internamente y tiene rebeliones frecuentes, como pasaba en el emirato:
- La cohesión social y política se resiente, lo que dificulta la formación de un ejército unido y disciplinado.
- Los recursos se desvían hacia la represión interna en lugar de la defensa externa o la expansión.
- La confianza entre grupos es baja, así que la lealtad al emir o al estado es débil, afectando la estabilidad.
- En consecuencia, el emirato se ve limitado para proyectar poder fuera de sus fronteras y para mantener un control firme sobre su territorio.
Mini resumen:
En el Emirato de Córdoba, las tensiones entre árabes, bereberes, muladíes y mozárabes generaron un clima político y social inestable. Esta división afectó la capacidad del estado para mantener un ejército cohesionado y desarrollar una política exterior activa, condicionando su evolución hasta la proclamación del Califato.
El Califato de Córdoba (929–1031): auge político, cultural y militar
1. Contexto y proclamación
En 929, el emir Abderramán III se proclamó califa, rompiendo formalmente con el califato abasí de Bagdad y con el fatimí de Ifriqiya (norte de África). Esta decisión tenía un gran significado:
- Legitimidad religiosa y política plena: ya no era solo un emir, sino líder supremo de la comunidad islámica en Al-Ándalus.
- Reflejaba la consolidación del poder y la estabilidad alcanzada tras décadas de conflictos internos.
2. Poder político y militar
- El califa tenía autoridad absoluta y consolidó un Estado centralizado.
- Amplió el ejército, con fuerzas regulares bien entrenadas.
- Mantuvo un sistema administrativo sofisticado, con burocracia, tribunales y recaudación eficiente de impuestos.
- Se enfrentó a reinos cristianos del norte y a potencias musulmanas africanas, defendiendo y expandiendo sus fronteras.
3. Sociedad y cultura
- Córdoba se convirtió en la ciudad más grande y rica de Europa occidental.
- Hubo un gran florecimiento cultural:
- Traducción de obras clásicas griegas y romanas.
- Desarrollo de ciencias (matemáticas, medicina, astronomía).
- Arte y arquitectura: la Mezquita de Córdoba se amplió, reflejando poder y sofisticación.
- Se consolidó un clima de convivencia relativa entre musulmanes, cristianos y judíos, conocido como la Convivencia.
4. Economía
- Agricultura avanzada con técnicas de regadío sofisticadas.
- Comercio interior y exterior muy activo, con vínculos en el Mediterráneo y más allá.
- Producción artesanal de lujo (textiles, cerámica, etc.).
Al proclamarse califa, Abderramán III consolidó su liderazgo pleno porque:
- Políticamente, dejaba claro que era la máxima autoridad, no solo en Al-Ándalus sino en el mundo islámico occidental.
- Religiosamente, se presentaba como sucesor legítimo del Profeta para sus súbditos, lo que le daba un poder espiritual además del político.
- Esto le permitía fortalecer la unidad interna, reducir rebeliones y proyectar autoridad frente a otros poderes islámicos y cristianos.
Además, el título de califa servía para competir con otros califatos (como el abasí de Bagdad y el fatimí de Ifriqiya), reforzando la independencia y prestigio del Estado cordobés.
1. Esplendor cultural y científico del Califato de Córdoba
- Córdoba se convirtió en el centro intelectual más importante de Europa y del mundo islámico occidental.
- Se fundaron bibliotecas enormes, con cientos de miles de volúmenes (algunas fuentes hablan de hasta 400,000 libros).
- Hubo una gran labor de traducción de textos griegos, latinos y persas al árabe, preservando y difundiendo conocimientos clásicos.
- Destacaron figuras como Hasday ibn Shaprut (médico y diplomático judío), y luego científicos como Averroes y Maimónides en siglos posteriores.
- Se avanzó en áreas como:
- Medicina: se practicaban técnicas avanzadas y hospitales públicos.
- Matemáticas y astronomía: se tradujeron y comentaron obras clásicas, se mejoraron instrumentos.
- Filosofía y teología: debates y escuelas de pensamiento musulmán y judío.
- En arte y arquitectura, la Mezquita de Córdoba fue ampliada y embellecida, símbolo del poder y la fe.
2. Estructura política y militar durante el califato
- El califa concentraba el poder absoluto, pero creó una administración centralizada y eficiente:
- Oficiales especializados en finanzas, justicia, ejército y asuntos religiosos.
- El ejército se profesionalizó, con tropas permanentes:
- Soldados árabes, bereberes y mercenarios.
- Fortalecimiento de las fronteras (las marcas) para contener a los reinos cristianos del norte.
- Se mantuvo una política diplomática activa con otros poderes islámicos, Europa cristiana y Bizancio.
- Córdoba ejerció influencia política en otras partes de la península y el Mediterráneo.
3. Causas y consecuencias del declive del califato
Causas:
- Crisis dinástica: después de Abderramán III y su hijo Al-Hakam II, hubo luchas internas por el poder.
- Problemas económicos: los gastos militares y administrativos aumentaron, mientras que la producción y recaudación disminuyeron.
- Rebeliones y fragmentación: el poder central se debilitó, y los territorios periféricos comenzaron a separarse.
- Invasiones externas: ataques de cristianos y de pueblos norteafricanos (almorávides y almohades) desestabilizaron el territorio.
Consecuencias:
- En 1031, el Califato se disolvió formalmente.
- Surgieron los Reinos de Taifas: pequeños estados musulmanes independientes, divididos y enfrentados.
- Esto facilitó la reconquista cristiana al estar la península dividida.
4. Los Reinos de Taifas y la expansión cristiana (1031–1212)
¿Qué pasa tras la caída del califato?
- En 1031, se disuelve oficialmente el Califato de Córdoba.
- El territorio andalusí se fragmenta en decenas de reinos independientes llamados taifas.
- Cada taifa tenía su propio rey (emir), moneda y ejército.
- Ejemplos: Taifa de Sevilla, Toledo, Zaragoza, Badajoz, Granada, etc.
Esto genera una situación de debilidad estructural, porque:
- Estaban constantemente en guerra entre ellas.
- Muchas pagaban tributos (parias) a los reinos cristianos del norte para evitar invasiones.
Avance cristiano (siglo XI)
Mientras tanto, los reinos cristianos del norte (León, Castilla, Navarra, Aragón, Cataluña) se fortalecen:
- Conquistan territorios importantes, como Toledo en 1085 (por Alfonso VI de Castilla).
- Esto genera una alarma en Al-Ándalus: algunos reinos de taifas piden ayuda a los almorávides, un movimiento islámico del norte de África.
5. Invasiones norteafricanas: almorávides y almohades (siglos XI–XIII)
Almorávides (desde 1086)
- Movimiento religioso y militar bereber que llega a la península tras la toma cristiana de Toledo.
- Logran reunificar parte de Al-Ándalus y derrotar a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas (1086).
- Son más rígidos en lo religioso y rechazan el lujo de las taifas.
- Sin embargo, con el tiempo pierden apoyo y el territorio vuelve a fragmentarse.
Almohades (mediados del siglo XII)
- Otro movimiento bereber, aún más radical en lo religioso.
- Vuelven a unificar Al-Ándalus y trasladan su capital a Sevilla.
- Consiguen algunas victorias, pero en 1212 son derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa (gran alianza cristiana: Castilla, Aragón, Navarra).
Esta batalla es clave: marca el inicio del declive definitivo del islam en la península.
Tras Las Navas de Tolosa, los reinos cristianos avanzan rápidamente.
6. La fase final de la Reconquista (siglos XIII–XV) y la unidad bajo los Reyes Católicos
Continuamos con la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), uno de los momentos más decisivos de la historia medieval de la Península Ibérica.
La Batalla de las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212)
Contexto previo
- A finales del siglo XII, los almohades, una dinastía islámica bereber procedente del norte de África, habían reconstruido el poder musulmán en Al-Ándalus, después de la caída de los almorávides.
- Los almohades impusieron una visión religiosa muy estricta, centralizaron el poder en Sevilla y lograron frenar momentáneamente el avance cristiano.
- En 1195, incluso derrotaron a los cristianos en la batalla de Alarcos (importante victoria sobre Castilla).
Sin embargo…
- El reino de Castilla, dirigido por Alfonso VIII, organizó una gran ofensiva con apoyo papal, presentando la campaña como cruzada.
- Se formó una coalición cristiana entre:
- Castilla (Alfonso VIII),
- Aragón (Pedro II),
- Navarra (Sancho VII),
- Apoyo de tropas cruzadas europeas.
Desarrollo de la batalla
- El enfrentamiento tuvo lugar cerca de Despeñaperros (Sierra Morena, actual Jaén).
- Las tropas almohades estaban dirigidas por el califa Muhammad al-Nasir (Miramamolín para los cristianos).
- Los cristianos rompieron el campamento fortificado del califa.
- Según las crónicas, Sancho VII de Navarra rompió las cadenas que protegían al califa, lo que se convirtió en símbolo heráldico de Navarra.
- Fue una derrota decisiva para los almohades.
Consecuencias
- Fin del dominio almohade en la península:
- El poder islámico se fragmenta de nuevo en reinos de taifas.
- El califato almohade entra en crisis también en el norte de África.
- Gran impulso para la Reconquista:
- En los siguientes años, los cristianos conquistan ciudades clave:
- Córdoba (1236),
- Valencia (1238),
- Sevilla (1248),
- entre otras.
- En los siguientes años, los cristianos conquistan ciudades clave:
- Cambio de equilibrio de poder:
- A partir de aquí, los reinos cristianos dominan claramente la península.
- Solo queda un gran reino musulmán: el Reino nazarí de Granada.
Tras la Batalla de las Navas de Tolosa:
- El poder islámico se fragmenta gravemente, perdiendo unidad y capacidad de resistencia.
- Los reinos cristianos ganan terreno rápidamente y refuerzan su cooperación.
- A partir de aquí, la Reconquista entra en su fase final.
1. El Reino nazarí de Granada (1238–1492)
¿Cómo sobrevive Granada?
- Tras la descomposición del poder almohade, en 1238 se forma el Reino nazarí de Granada, fundado por Muhammad I ibn Nasr.
- Era un reino vasallo de Castilla: pagaba parias (tributos) a cambio de mantener su autonomía.
- Tenía una posición geográfica favorable: montañas, costas y fortalezas naturales dificultaban el ataque cristiano.
- Granada se convirtió en un centro de alta cultura islámica, con una corte brillante y obras como la Alhambra, joya de la arquitectura andalusí.
¿Por qué resistió tanto?
- Jugó con la diplomacia: a veces se aliaba con Castilla, a veces con otros enemigos del norte de África.
- Estaba muy bien fortificada.
- Los reyes cristianos estaban ocupados en guerras internas o intereses exteriores.
Aun así, Granada era el último vestigio del Islam en la península y vivía en una posición de dependencia.
2. Unión dinástica: Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (1469)
¿Qué significa esta unión?
- En 1469, se casan Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, uniendo dos coronas pero no formando un solo reino.
- Cada reino mantenía sus leyes, monedas, instituciones y fronteras.
- Esta unión dio lugar a la monarquía de los Reyes Católicos.
- Supuso una coordinación política y militar sin precedentes, lo que permitió enfocar recursos en la toma de Granada.
¿Qué buscaban?
- Fortalecer el poder real frente a nobles y ciudades.
- Unificar religiosamente sus reinos (esto será clave en 1492).
- Expandirse territorialmente: Granada, luego América y el Mediterráneo.
3. La guerra de Granada y la conquista final (1482–1492)
Fases de la guerra:
- En 1482, los Reyes Católicos inician la guerra de Granada.
- Es una campaña larga, estratégica, basada en asedios y desgaste, no grandes batallas.
- Aprovechan las divisiones internas de los nazaríes, que estaban en guerra civil (por ejemplo, entre Boabdil, su padre y su tío).
- En enero de 1492, Boabdil, el último sultán de Granada, entrega la ciudad a Isabel y Fernando.
Este evento marca el fin del dominio islámico en la península ibérica tras casi 8 siglos (711–1492).
Grandes consecuencias de 1492:
- Se cierra la Reconquista.
- Se impulsa la unidad religiosa con la expulsión de los judíos ese mismo año.
- Se abre un nuevo capítulo: la expansión global con el viaje de Colón, también en 1492.
Fase final de la Reconquista (1236–1492)
1. Grandes conquistas cristianas del siglo XIII
Después de la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), los reinos cristianos aprovecharon la debilidad musulmana para avanzar con rapidez:
Castilla:
- Córdoba es conquistada en 1236.
- Sevilla, una de las ciudades más importantes de Al-Ándalus, cae en 1248.
- Queda controlando casi todo el valle del Guadalquivir.
Aragón:
- Conquista Valencia en 1238, bajo Jaime I el Conquistador.
- También incorpora Mallorca (1229) y otros territorios del Mediterráneo.
Portugal:
- Avanza hacia el sur, conquistando el Algarve en el siglo XIII.
A mediados del siglo XIII, solo queda un reino musulmán en la península: el Reino nazarí de Granada.
2. El Reino nazarí de Granada (1238–1492)
Ya lo vimos antes, pero aquí lo ubicamos cronológicamente:
- Se convierte en vasallo de Castilla, pero mantiene su independencia durante 250 años.
- Fue un centro de cultura, comercio y diplomacia islámica.
- Logra sobrevivir gracias a su posición estratégica y a la habilidad de sus sultanes para jugar con alianzas cristianas y musulmanas.
Pero todo esto empieza a cambiar en el siglo XV…
3. Los Reyes Católicos y la campaña final (1482–1492)
Cuando Isabel y Fernando logran el control total de sus respectivos reinos, inician la campaña militar final contra Granada.
Características de la guerra:
- Larga y progresiva (10 años): no fue una gran batalla, sino una serie de asedios a ciudades estratégicas.
- Bien financiada, gracias a:
- El control de recursos,
- El apoyo papal,
- Y la ayuda de órdenes militares y nobles.
- Aprovecharon la guerra civil interna dentro de la familia real nazarí (entre Boabdil, su padre Muley Hacén y su tío El Zagal).
Final:
- En enero de 1492, Boabdil entrega la ciudad de Granada.
- Los Reyes Católicos entran oficialmente en la Alhambra.
Este acto pone fin a la presencia política del Islam en la península ibérica.
Consecuencias inmediatas
- Fin de la Reconquista (711–1492).
- Se sella un nuevo proyecto: la unidad religiosa.
- En 1492 se expulsa a los judíos que no se convierten al cristianismo.
- Posteriormente, se presiona también a los musulmanes.
- Los Reyes Católicos consolidan un nuevo modelo de monarquía autoritaria y centralizada.